Texto base:
"si alguno quiere ir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su Cruz y sígame" Mateo 16.24
Dios me ha estado hablando de manera poderosa con esta frase. Una vez la tuve que utilizar para un hermano en la fe que se sentía débil y le cite eso de lo que es seguir a Jesús. Me toco cantar también para el domingo de resurrección una canción de Steve Green titulada, "Toma La Cruz", hablando sobre llevar la cruz de Cristo y soportar con amor y valor su cruz ya que el calvario de Cristo terminó en una tumba vacía.
Para el inicio del aniversario de la asamblea a la que asisto, el hermano Amaury Castillo habló acerca de esa cita bíblica y entiendo perfectamente que Dios quiere que tome mi cruz y le siga.
Muchas veces cuando venimos a los pies de Cristo creemos que ocurrirá un milagro instantaneo y que nuestras vidas se transformarán por arte de magia. Pero la realidad es muy distinta en cada uno. Nosotros somos redimidos por la sangre de Cristo, luego de haber sido salvos por el sacrificio hecho en la cruz del calvario, pero ahora viene el reto más difícil seguir a Cristo cargando nuestra pesada cruz.
Muchas veces creemos que el Señor va a eliminar de nosotros aquello que nos hace tambalearnos, aquello que nos desalienta, aquello que nos hace dudar de lo que es el propósito de Dios en nuestras vidas.
Pero el llamado del Señor fue claro, niégate a tí. Cuando Jesús dijo esto, el había reprendido duramente a Pedro porque el quería convencer a Jesús de que no muriera en la Cruz, porque eso no era lo que el creía que el mesías debía hacer y lo que él pensaba que debía hacer era reinar junto con el padre y darles a él y a los demás discipulos un lugar preferencial en el reino.
Niégate a tí. A tus ambiciones, a tus deseos, a aquello que interfiera con la voluntad de Dios en tu vida. y toma el madero que Dios te ha dado a cargar y siguelo.
No te vas a crucificar en él. Pues hubo uno que fue crucificado por tí. es problable que alguien quiera burlarse, humillarte y se rían mientras cargan el madero. Pero no te detengas porque el diablo quiere que te pares para crucificarte ahí y avergonzarte.
Dios nos da una cruz que podemos soportar. A veces le preguntamos y cuestionamos por qué Dios no nos da la debilidad del otro ya que encontramos la de él más sencilla a la nuestra y sin embargo, pasa en ocasiones que esa persona desea nuestra debilidad porque la ven como algo pequeña e insignificante.
Dios sabe el madero que ha puesto a cada uno. Y aunque el enemigo quiera azotarnos, escupirnos y humillarnos como hicieron con Cristo, debemos recordar que él nos ha dicho que es el pan de vida, el agua de vida y nos provee a traves de su palabra lo que necesitamos para soportar el madero que cargamos.
Pablo tuvo que pedir varias veces que el Señor le quitara el aguijón que tuvo. en 2 Corintios 12:9 Dios le respondió: "Bástate en mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Pablo sentía quizas que eso le impedía servir al Señor y que por culpa de ese aguijón el no podría agradar como el Señor quería, pero ¿Quiénes somos nosotros para saber los planes que Dios tiene para nosotros. Cuando agarramos ese aguijón, ese madero, para caminar por la senda que Cristo trazó por su muerte y resurrección, podremos decir como dijo el apóstol pablo en su debilidad. "De buena gana me gloriaré en mis debilidades¨.
Glorifica a Dios porque cada cosa que ha puesto en tí ha sido con un propósito. Yo no entiendo todavía a plenitud todos sus propósitos y planes. Pero quiero pedirle a él que quiero seguirle sin cuestionar porqués ni cómo el Señor completará su obra en mí.
Te exhorto a que tomes tu cruz. Vamos. hagamos eso. Amaury en su predica enfocó que sin sacrificio no hay recompensa. Pedro quería el reinado del mesías por el camino más fácil. Pero, al igual que muchos de nosotros, no quería pasar por la senda del sufrimiento ni del dolor. Caminemos a través del dolor, del oprobio de la verguenza, pero la esperanza es la vida en Cristo, el galardon de decidir seguir a Cristo sin vacilar. Puede que hayan caídas, pero vamos a fortalecernos en su palabra y mirar la cruz vacía y al Cristo resucitado.
El va a enjugar nuestras penas. Nos dirá, se lo que tienes sé por lo que pasas. Pero ya yo vencí por tí . Soporta en mi gracia tu yugo, porque en el madero del calvario clave todas tus penas y con mi resurección te he dado vida nueva.
Ojalá que nuestro más grande deseo sea gloriarnos en el Cristo resucitado que vigila nuestros pasos, para sostenernos cuando el pesado madero nos quiera vencer y para levantarnos cuando creamos caer.
Dios les bendiga.
Omar A. Merete D.
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