miércoles, 7 de abril de 2010

Mira el arcoiris


Génesis 9:09-17.






Cuando el diluvio cesa en el tiempo de Noé, Dios comienza hacer algunos pactos con Noé, su familia y toda la tierra. Entre otras cosas promete que no destruirá la tierra más con lluvia para prueba de ellos, pone a su vista el hermoso arco iris que a veces contemplamos luego de muchas aguas y de tiempo sombrío, para dar paso a un día soleado y hermoso.






Imagino, luego del diluvio, que al principio cuando comenzaba la lluvia, quizás algunos de ellos se asustaba, pero quizás luego se alentaban recordando la promesa de Dios de que nada les iba a pasar . Es importante recordar que según la Biblia, antes no llovía según Génesis 2:05










Nosotros también como cristianos somos portadores de promesas magnificas. El Señor Jesucristo, es Dios que vive y reina por los siglos y debido a nuestra naturaleza flaqueante, ha prometido no abandonarnos nunca. (Ver San Juan 14), prometió volver por nosotros y, aun haciendo esta promesa, promete estar con nosotros por siempre (Hechos 1). La vida de los primeros Cristianos no fue fácil al principio. Muchos de ellos fueron perseguidos, torturados, asesinados de las maneras más inhumanas e indescriptibles. La fe de muchos se vio flaquear y en casos extremos, muchos quizás hasta se atrevieron a dejar la senda abierta por Cristo, ya que su fe no era autentica.






Las cartas escritas en el Nuevo testamento, fueron en gran parte para recordar esas promesas de este nuevo pacto hecho con la Muerte de Jesucristo en la cruz del calvario derramando su sangre por nosotros. Esas promesas de los labios de Jesús hechas en los evangelios, no debía perderse con el pasar del tiempo y mucho menos en los momentos de penas y dolor de los Cristianos.






Pablo, en sus cartas, nos recuerda que somos más que vencedores en Cristo Jesús y que nada nos puede separar de su amor y resalta esas cosas que más nos pueden hacer temer, dudar y vacilar de lo que hemos Creído.






Hermano, Hermana, Dios nos amó tanto que antes de que las aguas de la muerte y del pecado nos arroparan impetuosamente, Dios había provisto un arca de salvación que es Jesucristo. Ya lo peor ha pasado, pues hemos pasado de condenación y de muerte a tener vida eterna. Cristo soporto los embates y la furia de una tormenta que nosotros debimos soportar, sin embargo nosotros estamos en él protegidos y seguros, regocijados por que por su gracia somos salvos. Reitero, Lo peor ha pasado. Podrán venir débiles lloviznas a nuestras vidas que querrán apagar la llama del gozo en nuestro espíritu y en algunos casos tempestades y fuertes huracanes que casi nos harán perder el aliento y sentiremos perecer. Pero así como Noé y su familia vieron la señal del arco iris, Miremos nosotros la cruz y la tumba vacías de Cristo. Regocijémonos en él ahora y por siempre porque él en su infinita gracia como dice






Efesios2:06 Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.


¡Que Dios les bendiga!


Omar A. Merete D.

contactoextiendetumano@gmail.com

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